Antes que nada, perdonad por el retraso en publicar. Es que este último mes he estado algo ocupado y no he podido dedicarme mucho al blog. (He estado reparando los ordenadores de casa, y me han dado algo la lata).
Pues eso, que me acabo de enterar (vía Atalaya) que en una de las islas del Canal de La Mancha, la isla de Sark, todavía existía un sistema feudal. Es decir, que había una persona (el "Señor de Sark") que era la cabeza de este régimen, en el que no existía la democracia.
Hay un parlamento de 52 miembros, de los que 40 son los propietarios de las tierras desde tiempos inmemoriales (son los descendientes de las 40 familias que colonizaron la isla). Las leyes relativas a la herencia y a todo lo que concierne al Señor de Sark casi no han cambiado desde 1565, cuando la reina Isabel I las promulgó.
En Sark hay unas leyes muy curiosas: El Señor de Sark es el único con derecho a tener palomas, las carreteras no está asfaltadas, no están permitidos los coches (sólo los carros tirados por caballos, las bicicletas y los tractores; y algún ciclomotor para algún discapacitado, exclusivamente), no hay farolas en las calles, etc.
En enero de este año todo ha cambiado: ha llegado la democracia. Básicamente por las presiones del Gobierno Británico, que les había avisado repetidamente de que las leyes locales eran incompatibles con una democracia moderna, y que en todo caso siempre estarían supeditadas a su aprobación por el Parlamento Británico.
Parece mentira, ¿verdad? Pues es totalmente cierto.
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