01 enero 2008

¿Enseñarás música a tus hijos?

Mucho se ha hablado del Efecto Mozart y de las bondades de la educación musical en los niños. A pesar de las ya sobradamente probadas investigaciones llevadas a cabo, en España se sigue considerando a la educación musical una asignatura "maría" en toda la enseñanza obligatoria.


La Dra. Frances Rauscher, psicóloga, de la Universidad de Wisconsin y el Dr. Gordon Shaw, neurobiólogo, de la Universidad de California estudiaron la conexión entre la música y las matemáticas:
compararon los efectos del entrenamiento musical y no musical en el desarrollo intelectual de los niños preescolares. Descubrieron que en los niños que recibían entrenamiento pianístico los resultados de los tests medidores de la habilidad espacio-temporal, eran un 34% mayor que los de los niños que no recibían dicho entrenamiento. Aquellos quienes recibían entrenamiento pianístico podían pensar en imágenes y ver las imágenes moviéndose o cambiar de forma durante un periodo considerable de tiempo: una habilidad crucial para un posterior éxito en matemáticas, ciencias e ingeniería.


Podéis echar un vistazo a este artívulo de PianoRed: Aprender piano en edad preescolar potencia la capacidad de aprendizaje.


La educación musical tiene, entre otros, los siguientes efectos positivos:
  • desarrollo de habilidades para la lectura y la escritura
  • desarrollo del lenguaje verbal
  • desarrollo de habilidades matemáticas
  • desarrollo de la capacidad de recordar y memorizar
Todos ellos son evidentes, sólo alguien que no lo quiera ver, no lo verá: el ritmo es fundamental en la lectura y en la comprensión lectora, en el cálculo rápido de proporciones matemáticas y de operaciones simples; el aprendizaje instrumental desarrolla enormemente la memoria; también la lateralidad y la concepción espacial, y el afianzamiento de las relaciones espacio-temporales.


Y todo esto, sin contar el aporte importantísimo a la formación cultural y artística del alumno. Nuestro país destaca del resto de Europa en el ínfimo número de gente que sabe tocar un instrumento, o que va habitualmente a conciertos de música clásica o de jazz. "Es aburrido", dicen. No ocurre así en otros países.


En fin, que mientras muchos de los profesionales de la educación (incluidos muchos compañeros que he tenido a lo largo de estos años de profesión) sigan creyendo que hay asignaturas "marías", así nos brillará el pelo en España.

Y luego nos quejamos de los Informes PISA y creemos que todo se solucionaría enseñando más horas de lengua y de matemáticas, y dejándonos de asignaturas "inútiles".

A muchos, los árboles no les dejan ver el bosque, ¿no creéis?

2 comentarios:

  1. Me permito añadir otros dos efectos positivos de la educación musical:

    Cierto desarrollo de habilidades sociales, como suele ocurrir en las Escuelas de Música y Conservatorios, al estar en contacto con otros alumnos con los que se comparten intereses, motivaciones... y con los que se crean ciertas relaciones a la hora de interpretar música juntos.

    Desarrollo del sentido de la responsabilidad, a la hora de tener que estudiar con un instrumento diariamente y compaginar este trabajo con el estudio para la "educación escolar".

    Por otro lado, lo indicado en esta entrada es lo que mucha gente observa en sus compañeros, hijos, familiares... y que un estudio científico ha venido a confirmar.

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  2. Es cierto, Víctor. Es una verdadera pena que tengamos que estar siempre escudándonos en estudios e investigaciones científicas, cuando las evidencias a nuestro alrededor ya nos demuestran sobradamente las cosas.

    Seguro que esto no hace falta hacerlo con otro tipo de asignaturas, ¿eh?. ;)

    Por cierto, he estado echando un vistazo a tu blog y a la página de tu departamento, además de a las presentaciones echas por tus alumnos. Es un gran trabajo.

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